Frases del papa Francisco:
- Todos los bautizados somos discípulos misioneros, llamados a ser en el mundo Evangelio vivo.
- La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien estar un poco en silencio, para oír la voz del Amor.
- No debemos temer al Maligno cuando nos dice que nada podemos hacer contra la violencia, la injusticia y el pecado.
- Queridos jóvenes, sean auténticos «atletas de Cristo». Jueguen en su equipo.
- A veces descartamos a los ancianos, pero ellos son un tesoro precioso: descartarlos es injusto y una pérdida irreparable.
- ¡Ven, Espíritu Santo! Ayúdanos a superar nuestro egoísmo.
- Dejemos que nuestra vida se identifique con la de Jesús, para tener sus sentimientos y sus pensamientos.
- Los santos son personas que pertenecen totalmente a Dios. No tienen miedo a ser despreciados, incomprendidos o marginados.
- La paz es don de Dios, pero requiere nuestro compromiso. Seamos gente de paz con la oración y en la acción.
- La Confirmación es importante para el cristiano; nos da fuerzas para defender la fe y anunciar el Evangelio con entusiasmo.
- Adorar a Dios es aprender a estar con Él, ponerlo en el centro de la vida y despojarnos de nuestros ídolos escondidos.
- ¿Soy fiel a Cristo en la vida cotidiana? ¿Soy capaz de «hacer ver» mi fe, con respeto, pero también con valentía?
- ¿Estamos dispuestos a ser cristianos coherentes, las 24 horas del día, dando testimonio de palabra y con el propio ejemplo?
- Dios nos ama. No tengamos miedo de amarlo. La fe se profesa con la boca y con el corazón, con la palabra y con el amor.
- Es Dios quien da la vida. Respetemos y amemos la vida humana, especialmente la que está indefensa en el seno de la madre.
- Pienso mucho en quienes están sin empleo, frecuentemente a causa de una mentalidad egoísta, que busca el beneficio a toda costa.
- ¿Estamos enojados con alguien? Recemos por esa persona. Esto es amor cristiano.
- La caridad, la paciencia y la ternura son un gran tesoro. Quien lo tiene, lo comparte con los demás.
- No nos resignemos ante el mal. Dios es Amor que ha vencido al mal con la muerte y resurrección de Cristo.
- Para el cristiano, la vida no es producto de la casualidad, sino fruto de una llamada y de un amor personal.
- Un estilo de vida sobrio nos hace bien y nos ayuda a compartir lo que tenemos con quien pasa necesidad.
- Pidamos al Señor que toda nuestra vida cristiana sea un testimonio luminoso de su misericordia y su amor.
- Jesús es nuestra esperanza. Nada, ni siquiera el mal y la muerte, podrá separarnos de la fuerza salvífica de su Amor.
- No pasemos de largo ante el Niño de Belén. Dejemos que nuestro corazón se conmueva.
- La paz es un bien que supera cualquier barrera, porque es un bien de toda la humanidad
- Nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social (EG 201)
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