Cree firmemente que algo es posible y
tu mente subconsciente hará todo lo necesario para que así sea.
Tu vida depende de tu sistema de
creencias
ya que ellas te empoderan o te limitan.
Las creencias condicionan
tus experiencias y crean tu destino iluminado o sombrío.
De tus creencias dependen
las metas que alcanzas y cuán exitoso o fracasado eres.
Cuando crees que algo es
imposible ya estás derrotado y frenado por creencias que te quitan
vuelo.
Los campeones se ven
triunfando, se automotivan y, en caso de fallar, no se culpan y persisten.
Por eso es importante que
seas consciente de tu sistema de creencias y de cómo determina tu forma de ver
y vivir la vida.
Piensa que puedes y casi siempre
podrás,
cree que lograrás tus metas, sé paciente y casi siempre así será.
Decía
Plutarco en la antigüedad: "La
paciencia tiene mucho más poder que la fuerza".
Aprende a esperar, porque todo en la vida sucede a su
debido tiempo, cuando es, ni antes ni después.
Ser paciente es estar en el ahora,
controlarse y conservar la calma en medio de las contrariedades.
Es una virtud de oro que evita
conflictos estériles,
te aleja del desespero y
te llena de paz.
La paciencia te mantiene
activo, pero sereno, y no hay que confundirla con la resignación o la
indiferencia.
Pacientes fueron los
grandes navegantes, los exploradores y la mayoría de los inventores. Pacientes son el buen pescador,
el campesino y el artista que le dedica años a una obra maestra.
La paciencia te permite actuar con
calma y te aleja de soluciones facilistas e inmediatistas que suelen ser funestas.
Por eso, un líder tan destacado como Martin Luther King era tan paciente y perseverante. No echaba
marcha atrás ante las peores vicisitudes e invitaba a sus seguidores a perseverar en la conquista de
su sueño.
Como
todo buen líder, Luther King tenía sus vacíos y sus periodos de desfallecimiento.
Sin embargo, perseveraba
animoso y alguna vez afirmó que no había renunciado a su sueño gracias a la fe
en Dios, en sí mismo y en la humanidad. "Cuento con aliados cósmicos", dijo en
otra ocasión, refiriéndose a los ángeles.
Mientras otros caudillos negros atizaban la hoguera del odio, él invitaba a la tolerancia y
el perdón.
Acepta que tu mente está
condicionada por un sistema de creencias.
Según
la ley de atracción llamas
a tu vida lo que crees y lo que piensas.
Si tus creencias son negativas, a tu vida llegará lo oscuro, porque eso es lo
que atraes. Si tus
creencias son de amor y servicio, tu mente se llenará de luz y de paz.
Limpia tu mente a cada
instante de todo lo que la contamina: desconfianza, miedo, odio, culpa y
orgullo.
Confía y sé paciente y
crearás una realidad radiante.
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